November 04, 2025

TSM sucumbe a los costes de los Challengers y abandona los esports de Valorant.

El 3 de noviembre de 2025, el circuito competitivo de Valorant recibió un duro golpe. TSM, una de las organizaciones pioneras de los esports norteamericanos, anunció públicamente su retirada del juego, poniendo fin a una trayectoria de cinco años. La noticia no fue del todo inesperada, pero su carácter definitivo subraya una verdad crucial, a menudo brutal, sobre los videojuegos competitivos: la aspiración y la trayectoria por sí solas no garantizan el éxito en un ecosistema implacable.

La salida de TSM, a pesar de haber obtenido un meritorio segundo puesto en la Gran Final de la VCT Ascension Americas apenas unas semanas antes, representó mucho más que un simple cambio de plantilla. Fue una decisión empresarial calculada, motivada por la creciente dificultad de impulsar el estatus de un equipo fuera de las ligas de élite asociadas a la VCT. Esta es la historia de un pilar fundamental de los esports de Valorant, el desafío de intentar constantemente ascender de rango y las razones estructurales por las que el sueño finalmente terminó.

TSM abandona los esports de Valorant

Un difícil ascenso a un alto rango

TSM irrumpió en la escena de Valorant en mayo de 2020, mucho antes de que el panorama competitivo del juego alcanzara su madurez. Fueron pioneros, captando la atención de inmediato al fichar a figuras destacadas como Wardell y Subroza. Por un momento, pareció que su historial de éxitos se traduciría automáticamente en un dominio absoluto, permitiéndoles alcanzar el primer puesto de inmediato.

El equipo cosechó éxitos iniciales notables, incluyendo un segundo puesto en el evento inaugural First Strike: North America. Sin embargo, esta prometedora etapa resultó difícil de mantener. Los años siguientes se convirtieron en un ciclo agotador. Si bien TSM siguió siendo un nombre destacado en el circuito Challengers, la segunda división, no logró obtener una plaza de socio ni alcanzar el rango necesario para acceder al ecosistema global de primer nivel de VCT.

Como la organización admitió posteriormente, "durante los últimos tres años hemos navegado continuamente por el circuito Challengers con la esperanza de finalmente alcanzar el Nivel 1". Este fue un compromiso difícil y de alto riesgo con un ciclo aparentemente interminable de invertir cada vez más en mejorar el rendimiento solo para toparse con un techo de cristal.

La gota que colmó el vaso: Un intento fallido de ascensión

El capítulo más emotivo de esta saga se cerró justo antes del anuncio final. Los renovados esfuerzos de TSM culminaron en una actuación espectacular en 2025. Su plantilla, con jugadores como Jordan “vora” Pulwer y Anthony “gMd” Guimond, ofreció una de sus actuaciones más prometedoras, llegando a la Gran Final del evento VCT Ascension Americas el 26 de octubre.

Este último esfuerzo fue el último gran intento de la organización por impulsar realmente su perfil competitivo y ascender a la tierra prometida del Nivel 1. Alcanzar el segundo puesto y ganar un premio en metálico fue un logro tangible y fruto de una dura lucha, un auténtico hito tras años de perseverancia.

Sin embargo, ni siquiera este importante logro bastó para asegurar el ansiado ascenso. El objetivo final, el puesto más alto, seguía siendo esquivo. Para una organización tan grande e influyente como TSM, quedar segundo en un torneo tan competitivo representaba una victoria moral, pero estratégicamente, el resultado era el mismo que haber quedado primero: la lucha continuaba.

Por qué los cambios estructurales hicieron inevitable la salida de TSM

El comunicado oficial de TSM señaló directamente la evolución de la estructura del ecosistema de segunda división como el factor decisivo. El panorama competitivo de Valorant fuera de la liga asociada se ha vuelto exponencialmente más exigente.

El aumento de la competencia, junto con las nuevas reglas de ascenso y descenso y la expansión de programas como Game Changers, ha convertido el coste financiero y operativo de mantener un equipo de élite en la Challengers Cup en una apuesta insostenible para muchas organizaciones importantes. La inversión necesaria para mejorar constantemente la infraestructura de un equipo y asegurarse una oportunidad de alcanzar ese ansiado puesto más alto superaba con creces el retorno potencial, especialmente sin la certeza de un puesto en la primera división.

La decisión de TSM pone de manifiesto la implacable naturaleza del entorno profesional de Valorant. Cuando una organización de renombre decide que el coste y el esfuerzo de intentar constantemente mejorar la posición de un equipo en el circuito Challengers es demasiado elevado, envía un mensaje claro a todo el ecosistema.

Si bien TSM sigue operando con éxito en otros títulos importantes, su salida de Valorant es un recordatorio de las dificultades para ascender en la escena competitiva. Marca el fin de un capítulo significativo en la historia de Valorant en Norteamérica y sirve como un poderoso recordatorio de que incluso los nombres más importantes deben someterse a los duros cálculos económicos necesarios para sobrevivir y prosperar en el ultracompetitivo mundo de los esports.

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